El tribunal regional de Przemyśl, en el sureste de Polonia, ha decidido prolongar por otros tres meses la detención en prisión preventiva del periodista español Pablo González, detenido el pasado 28 de febrero. El periodista fue acusado de espiar para Rusia en la guerra con Ucrania.
El abogado de González en Polonia, Bartosz Rogała, ha confirmado que el tribunal ha decidido «prorrogar» su detención al coincidir con la Fiscalía en la mayoría de premisas para mantener en prisión al periodista español. La Fiscalía había justificado el mantenerle encerrado por «una bien fundada preocupación por un fraude de procedimiento, temor de ocultamiento o fuga y el hecho de que sobre González pesa un riesgo de una pena elevada si es condenado».
Pablo González, periodista que en los últimos años ha trabajado para diversos medios cubriendo conflictos armados como el de Ucrania, fue detenido en Polonia en los últimos días de febrero después de haber sido apercibido igualmente por las autoridades ucranianas en Kiev. La agencia polaca de inteligencia emitió un comunicado en el que acusaba a González, hijo de padres rusos afincado en Euskadi y cuyo abuelo materno es español, de espiar para el Kremlin usando su profesión de periodista para moverse libremente por zonas de conflicto. Por el momento no ha hecho públicas las pruebas que sustentan esa acusación.
González fue arrestado en Rzeszów, ciudad del sureste de Polonia situada a unos 100 kilómetros de la frontera con Ucrania. Pero ese no había sido su primer encontronazo con las autoridades: tal y como relató él mismo en su cuenta de Twitter, tan solo 20 días antes había sido arrestado y puesto en libertad en Kiev cuando se dirigía al este del país para cubrir el incipiente conflicto. Según han explicado varios medios para los que trabaja, se quedó fuera de la zona de conflicto al no haber gestionado la acreditación militar y fue interrogado bajo la acusación de “prorruso”. Las autoridades ucranianas le dieron tres días para abandonar el país.
La Agencia de Seguridad Interna polaca (ABW en sus siglas en polaco) emitió este comunicado en el que afirmó que González es un agente del servicio de inteligencia militar de las fuerzas armadas rusas (GRU), que espió para Rusia “utilizando su estatus periodístico” para moverse libremente por zonas de conflicto y que, además, obtuvieron “amplias evidencias” sobre este supuesto espionaje.